Frente al parque Joan Fuster se sitúa una plaza de acceso. Para optimizar la orientación de los patios de juego, el edificio está ubicado en la parte noroeste de la parcela. La pieza horizontal de una sola planta consta de dos pastillas articuladas por un patio longitudinal, intensificando la relación interior-exterior. Las aulas principales situadas en el sureste se unen mediante una pérgola al resto del conjunto que se encuentra en el noroeste.
El gimnasio está concebido como remate del conjunto y contrapunto vertical. Se incluyen medidas pasivas (pérgolas, toldos, lamas orientables, ventilación cruzada, vegetación) para reducir el consumo energético y sistemas de reutilización de aguas pluviales para el riego por goteo. El proyecto propone el empleo de materiales reciclables y/o reciclados como la cerámica, la madera, el yeso laminado o el vidrio.